martes, 12 de febrero de 2013

Distintos tipos de te.

Boldo: es digestivo, incrementa la producción de bilis en el hígado y alivia trastornos del funcionamiento de la vesícula biliar.

Cedrón: de suave sabor alimonado, es sedante, aumenta la secreción de jugo gástrico, facilita la digestión y la eliminación de gases intestinales.

Manzanilla: se usan sus aromáticas flores. Adecuada en trastornos digestivos, combate el estrés, el insomnio, los dolores menstruales y calma dolores de cabeza. Actúa sobre el sistema inmunológico atenuando reacciones alérgicas. No se aconseja durante el embarazo y en período de lactancia.

Menta: de sabor y aroma fuertes, refrescante, estimula el funcionamiento del aparato digestivo y permite que los bronquios se dilaten y aumente la circulación de aire en los pulmones.

Tilo: actúa como sedante, modera la excitación y tiene efecto digestivo.

Canela: útil en caso de estreñimiento y digestiones lentas, incide en la acumulación de gases en el tubo digestivo. No se aconseja en el embarazo, lactancia y en casos de úlcera.

Limón: favorece el proceso digestivo, depura la sangre, es diurético.
Cáscara de naranja: combina muy bien su sabor cítrico con el té negro. Disminuye la ansiedad por su poder sedante, es digestiva.

Jazmín: uno de los más famosos de la China. De suave y perfumado aroma, posee un efecto tranquilizador y relajante.

Rosas: cuenta con propiedades digestivas y antioxidantes, tiene efecto laxante, gracias a su delicioso aroma, relaja la mente y el cuerpo.

Jengibre: de sabor picante, es digestivo y mejora la circulación sanguínea.

Té blanco: las hojas son secadas a la intemperie, su producción es escasa y el precio es elevado. Son necesarios 80 mil brotes para producir 250 gramos.

Té verde: las hojas se calientan con vapor y le dan un color verde oscuro. Es antioxidante, reduce el colesterol, los triglicéridos, la grasa corporal y regula el nivel de insulina en la sangre. Evita que se formen coágulos y acelera la circulación sanguínea.

Té rojo: es un té verde que luego de un proceso de maduración se transforma en rojo. Es adelgazante y refuerza el sistema inmunitario. Beneficia la digestión de comidas ricas en grasa. Disminuye el nivel de colesterol y activa el metabolismo.

Té negro: es el que acostumbramos a tomar. Se obtiene triturando las hojas recién cosechadas, se las deja al aire libre y se vuelven negras cuando se secan. Favorece la relajación de los vasos sanguíneos y protege el sistema cardiovascular. Es antioxidante, diurético y estimulante.

Té oolong o azul: su procesamiento es igual al del té negro, aunque más corto, lo que produce un color y sabor intermedios entre los del té verde y el negro. Aumenta las defensas, es rejuvenecedor y equilibra el peso corporal.
 

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